Diseño y Presencia – Marvin Millón
Diseño y Presencia por Lic. Marvin Millón
Vivimos en mundo cambiante, volátil, dinámico, estridente, colorido y efímero en su realidad, donde el diseño es inherente en cada actividad que realizamos en nuestra ilusoria vida cotidiana, donde se toman decisiones trascendentales a cada momento, decisiones de aceptación o rechazo que son controladas por el designio de un producto y la comunicación visual que cumplen, por medio de la forma.
Cada mundo personal que habita en este planeta, tiene diferentes apreciaciones de la realidad circundante, diseñando sus pasos, creando y consumiendo designios. Todos somos diseñadores en diferentes niveles, desde diseñadores que configuran elementos pre establecidos, hasta el Creativus Maximum, que genera nuevas concepciones visuales, traducidas en productos tangibles o manifestaciones gráficas.
Desde los primeros pasos del primitivo Homosapiens, el diseño ha sido una actividad inherente, intangible, pero composible con celeridad media, basado en el desarrollo de la civilización, que acoge los conocimientos de diseño y comunicación, siendo hijos de la luz, el color es una manifestación vibratoria de ella, influyendo en nuestra psiquis, por ende, en nuestras relaciones sociales, ambientales y económicas. El diseño es comunicación sensorial, que sirve para transformar nuestro entorno; aunque, debemos destacar que esos cambios y transformaciones no siempre son equilibrados con él ambiente, muchas veces la balanza costo/beneficio se inclina con pesadez a los costos, sin tener beneficios ni al usuario, ni al entorno, mas solo al comercio que gradualmente sentirá el impacto como efecto de la equivalencia de intercambio.
El diseño como parte de la espiral evolutiva del conocimiento se manifiesta en muchas áreas y polos de desarrollo humano, por lo cual haremos referencia específica, desde la columna de la comunicación visual, siendo este un término recientemente acogido por los referentes mundiales en el campo visual; pero, aun delimitando la comunicación visual, veríamos que el universo completo es gráfica y comunicación.
“Todo es diseño, ¡todo!”, dicho por Paul Rand, nada más cercano a la realidad, cada mensaje que aparece en los medios de comunicaciones: es diseño!; cada producto artificial o natural que nos rodea: es diseño!; el firmamento lejano en las galaxias distantes: es diseño!; el vasto mar que rodea nuestra tierra: es diseño!; hasta las pequeñas moléculas que trabajan en simbiosis: es diseño!
diseño y presencia-marvin millon
El diseño está presente en nuestra vida, desde que nacemos, hoy en día los elementos creados por el hombre ratifican esa evolución no solo biológica, sino también socio-tecnológica, que llega a todos los rincones de nuestro planeta, a todos los estratos sociales, ideológicos y religiosos, trasciende fronteras, culturas. Diseño es presencia, diseño es movimiento, somos diseñadores de nuestras vidas.
La comunicación visual adquiere hoy por hoy más relevancia; siendo, no solo un medio para transferir ideas y mensajes, también es un fin en sí mismo. Los diseñadores tienen más ponderancia en los espacios laborales, comerciales y sociales, siendo codificadores de nuevos mensajes de comunicación que están cambiando a diario los mundos ideológicos en los que se mueve la humanidad. La percepción de la belleza como un símbolo de poder, es un efecto colateral de la comunicación masiva y globalizada, donde los estándares han sido definidos sin consulta alguna al usuario, asaltando nuestras percepciones y llevándonos al modelo simétrico, cromático y de proporciones que no coincide con la realidad étnica en la que habitamos, más que nunca el diseño debe hacer presencia en cada región y descentralizar parámetros, buscando la identidad propia de cada persona, pueblo, comunidad y país, enlazando nuestras cualidades propias con los productos visuales, tangibles y no tangibles que elaboramos, un pueblo-un producto, una sonrisa un diseño.
Desde las escuelas de diseño y comunicación, la responsabilidad de formar criterios de Diseño y Presencia se torna medular, trascendental y con carácter de urgencia social, las generaciones venideras de comunicadores visuales, deben apropiarse de su región, de sus colores, texturas, olores, sabores, personas, iconografía, tradición, destacando la identidad propia de cada pueblo. Las marcas son globales, las personas son locales, las líneas académicas deben fomentar un pueblo-un producto, potencializando la región con identidad propia, nuestro léxico, nuestras frases, nuestros atuendos, nuestras letras, nuestro idioma, nuestra idiosincrasia, todo como base de una cultura de diseño incluyente, promoviendo proyectos académicos con Presencia Local, participativa y colaborativa, haciendo de las personas parte del diseño, y al diseño parte de las personas, las escuelas de diseño son la base de la pirámide de cambio, no puede haber una transformación socio-productiva en la comunicación visual, si no hay una transformación en la formación de diseñadores. Incentivemos con fuerza el nacimiento de creativos con identidad cultural sólida, con presencia local y proyección global, que se atrevan a romper esos estándares de belleza inculcados por las potencias comerciales que pretenden dominar nuestro pensar, transfigurando lo suyo en lo nuestro, siendo diseños invasores con paletas de colores foráneas y personajes no nativos de nuestra región con rasgos fenotípicos que estimulan parámetros de belleza ajenos a la genética de la región, generando arquetipos antagónicos a nuestra raíz étnica y a nuestra vida cotidiana como tal.
El postulado máximo es, la identidad con presencia regional, local y focal, con proyección global, un llamado a la acción social por el rescate de la identidad cultural, basado en diseño y presencia.
Profesor Marvin Millón
Coordinador de Carrera Diseño Gráfico
Universidad del Valle